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Recorriendo la Ruta del Grial en el año jubilar 2025: espiritualidad, historia y belleza natural

Recorriendo la Ruta del Grial en el año jubilar 2025: espiritualidad, historia y belleza natural

En el marco del Año Jubilar 2025, la Comunitat Valenciana se consolida como el epicentro de una experiencia singular que combina espiritualidad, historia y naturaleza: la Ruta del Grial. Este itinerario, que culmina en la ciudad de Valencia, donde se custodia el Santo Cáliz en la catedral, ofrece a peregrinos y visitantes una oportunidad única para adentrarse en un legado que ha perdurado a lo largo de los siglos.

La Ruta del Grial recorre los lugares por donde pasó esta emblemática reliquia en su largo periplo hacia Valencia. Un recorrido que ofrece mucho más que historia religiosa ya que atraviesa parajes naturales espectaculares, pueblos con encanto, castillos y monasterios que nos hablan de nuestro rico pasado. Desde el interior montañoso hasta la costa mediterránea, la ruta se divide en 7 etapas en su paso por la Comunitat Valenciana, en un total de 120 kilómetros cargados de cultura, historia, patrimonio arquitectónico, naturaleza, espiritualidad y tradiciones.

Además, este 2025 es un año especial ya que se celebra el tercer año jubilar del Santo Cáliz, que comenzará el último jueves de octubre. Desde ese momento, Valencia acogerá a todos los peregrinos que deseen obtener la indulgencia plenaria en cualquiera de sus templos jubilares, entre los que se encuentra la Catedral. Una ocasión excepcional que convierte este viaje en una experiencia aún más significativa para los creyentes.

La Ruta entra en la Comunitat Valenciana por el norte de la provincia de Castellón para recorrer comarcas cargadas de historia y de belleza natural en su camino hacia Valencia: el Alto Palancia, la Serranía, el Camp del Turia y finalmente l’Horta, hasta llegar a la capital. Atraviesa 18 municipios: Barracas, Caudiel, Jérica, Navajas, Altura, Segorbe, Soneja, Torres Torres, Algimia d’Alfara, Estivella, Gilet, Sagunto, el Puig de Santa Maria, Massamagrell, Alboraya y Valencia, en siete etapas que pueden realizarse a pie, en bicicleta o incluso a caballo. Aunque parece que tiene más sentido recorrerlas caminando, al ritmo sosegado de nuestras piernas, tal y como hicieron los primeros peregrinos.

En el camino, además de admirar la belleza natural del paisaje, se encuentran monumentos tan relevantes como la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista en Caudiel, el Museo Municipal de Jérica, la Cartuja de Vall de Crist en Altura, la Catedral Basílica de Segorbe y su Museo Catedralicio, el Castillo y el Circo romano de Sagunto, el Monasterio de Sancti Spiritu de Gilet o el Monasterio del Puig de Santa Marí, lugares donde la historia y la belleza se entrelazan.

Pero este es un viaje que también se saborea. Además del valor espiritual y cultural, la Ruta del Grial de la Comunitat Valenciana ofrece una experiencia gastronómica única. A lo largo del camino, los viajeros pueden disfrutar de una cocina rica en tradición, en productos locales y en recetas que expresan el alma de cada parte del territorio. Desde los aceites de oliva del Alto Palancia, los quesos artesanos y los embutidos del interior, hasta los arroces y los frutos de la huerta, o los dulces conventuales que aún se elaboran en muchos pueblos, cada parada es una oportunidad para recrear el paladar.

Recorrer la Ruta del Grial es en definitiva mucho más que caminar a través de la historia y del paisaje, es abrazar la hospitalidad de sus gentes, sentarse a compartir una buena mesa y vivir una experiencia plena.